PAN DE.LOS POBRES
—Haga usted lo que guste: todo me es
igual.
—Si le es a usted todo igual, no > tendrá
usted inconveniente de que tome algunás'
precauciones,
Y diciendo esto, con dos fajas que te-
nía dispuestas le até los brazos y las ma-
NOS,
No opuso resistencia alguna,
Después le registré los bolsillos: lleva»
ba en uno de ellos un pequeño revólvér
de. cinco tiros; en otro una cartera, que
es esa que he de jado sobre la mesa, y en
los del chaleco un reloj de oro y algunas
monedas de plata.
Recogí todos los objetos y, salí del só-
tano. ' , ' o