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CAPITULO VI
a,
EFECTOS DE UNA GACETILLA
elvamiós al sabinete de A El
lector tiene derecho a saberlo todo, has-
ta los más íntimos pensamientos de. los.
personajes que toman eli en la na-
rración que lee.-
Margarita, libre de la presencia. de su
doncella, se dirigió desde su cuarto toca.
dor al gabinete, y allí se dejó caer en un
- cómodo sofá contoda la tanguidra de un
espíritu preocupado. - de
Como si temiera ser espiada, ¡dirigta
una mirada inquieta y recelosa en de
- rredor suyo. Convencida de que se ha-
Si Jlaba sola, un profundo suspiro se escapó
de su pecho, al que siguieron estas. pa-
: erá dental Ye que he leído? Pero
sí debe serlo... ¿Qué interés tiene este
periodista en dar una notic
a: sin ser positiva?
rita que habi
illo y : desdoplal A
a E
triste,
*
icaT
Pam ;
no E E resibtir al deseo de ded
unas líneas a su encantadora hija
_lota, a quien oímos anoche tocar el pia- .
10 de un modo asombrcso, a pesar de
«su corta edad, pues apenas ha cumplido.
diez años.
Carlota. de Alcántara es una de esas
profesoras en mivintura, cuya gracia y
encantadora hermosmra' nos recuerda el
espiritual tipo. de la belleza británica
Mergábita; al terminar la rad 8e :
Es llevó. la mano al pecho, y sus labios dies.
“ron paso a un suspiro.
¿Era que recordaba
¿Pensaba tal vez en su hija? ¿Comparaba
la juventud, la futura gloria de su PI
mer amante con la pésima figura de
cara ¡Quién sabe! Misteriosc es el co
ón de la mujer, y no siempre puedo
1re. penetrar: en el: santuario
su primer po
Ste sus secretos,
Pero lo cierto es que Margarita. estaba
inquieta, y que, a pesa!
suyo, leyó una y otra. vez 0 elegios Ego
viódic o de aba a al.