FOLLETIN DE El MERCANTIL VALENCIANO
al público esa. horrible página de mi vi-
da privada cuyo solo recuerdo me avel:
gúenza. :
- Margarila dejó caer la írente sobre las
manos, un rugido de despecho se escapó
de sus labios, y dos lágrimas de rabia
brotaron de sus ojos.
En este momento se abrió la puerta
del gabinete y apareció la prosaica figus
Ta de don Jaime Núñez,