Full text: [Tomo 1] (001)

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BIBLIOTECA DE> Eb IMPARCIAL 
  
  
pu<o sobre la mesa; después de haber tirada al 
suelo su contenido. en : , 
—¿Y qué más? 
—Vas á volver al laboratorió, donde cierta- 
mente está la Chivotte todavía, y donde seiocu- 
pan en detener su hemorragias 
-—¡Bueno! ] ) : 
—Y dices: 4 la señorita: Antonia-le ha gusta- 
do mucho la tisana y vengo por otra taza. 
Marton vacilaba, 4 
—¡Ais!—dijo;--temo tanto no poder contener= |. 
we delante «¿e esa canalla. 
—Sin embargo, es preeiso—contestó Vanda, | 
—Tanto. más preciso—observó sonriendo An- 
tonia—cuanto que me dura-la sed, mi buena 
Marton. 
Este ruego era una orden. 
Marton cogió: la taza y salió de la habita- 
ción diciendo: , 
—Estoy de vuelta: dentro de:cineco.minutos, y 
lo que es ahcra, podreis' beber con: confianza... 
yo soy quien os lo dice 
Así.que Marton se 
nía con inelancolía. ; 
—¡Pobre niña! —dijo—tenéis enemigos que no 
retrocederán por nada. 
—Y sin embargo, no les: he hecho 
ninguno—repuso Antonia. 
—Sí, pero no consienten en 
tra fortuna, 
faó, Vanda miró á Anto- 
devolveros vues-. 
—Pues bien—dijo Antonia;—que se- la guar- | 
den y que me déjen. vivir dichosa y pobre, . 
—No—respondió Vanda,—es. menester que os 
lo devuelvan todo. El maestro lo quiere. 
Vanda decía también el maestro, aludiendo $ 
á Rocambole, 
vigilante y mientras: que Marcelina, la pobre 
madre, se Habíá-adormecido con: su hijo en 
brazos, Vanda se deslizó callandito'hasta;la,; 
eamaá de Antonia, . 7 
Y «111 refirió'4 la: sorprendida joven-la ma- 
ravilioga “historia de, aquel: hombre, á quien. 
unos temían, otros adoraban; de¡aquerhombre 
Hamado sucesivamente José! Pipart; el marqués: 
de:Chamery, el presidiario Cientoidiecisiete y 
el niayor AÁvatar,:que había «llegado: 4: ser el: 
amigó y el protector deMilony: le había juras |. 
dowtestituir áviasidus huérfanas su mombre y su 
fertuna. dad iia 
. Yi Vanda «supo divinizará su heroe: y á su 
dios; lo pintó con ese entusiasmo derviente que 
la naturalezac inspira «al corazón. de- la ¡mujer 
fuerte, que se. ve de, pronto subyugada por un 
hombre más fuerte que ella. -.; asi 
Y Antonia creyó. á.Vanda, y Jo.mismo 
ella tuvo fe en Rocamtole, 
—Pero, señora—preguntó después. de un mo- 
mento de silencio y á poco de haber salido 
Marton con la: taza ena mano, —¿decíais que 
mañana ya no estaré aqui? 
mm Val VOZ 
que 
Í 
yo mal | 
7 PE ¿e llegado, pues, el instante de mi eva” 
-sión : ] 
—Sí, hija ¡mía. : : 
—¿Mas cómo taladraréis esas. paredes? ¿Có- 
mo abriréis esas puertas? 3 
—Paredes y puertas caerán cuando. yo" quie”. 
ra... y Si lo desevis:.. ] 
—¿Que si lo:deseo? 6 | y 
—¡Ah!—dijo, Vanda;—es. que hay. que: tenel [ 
fe en mí. ] 
—¡Oh1 señora... 
—be en Rocambole, 
—Sea—dijo Antonia. 
—Fe en Milon. 
Este nombre.era decisivo. Antonia crefa eN ' 
Milon:como una hija en su padre. A 
. —Lo que yo voy á exigiros—añadió Vande 
aún,—es Milon quien.os lo exige, e 
. —Obedeceré—contestó simplemente Antonia. 
—¡Pues bien; escucha! : . 
-Vanda cogió á Antonia en sus brazos y 14 
dió un beso en la frente, 
iodo «reas en ao iúlnavo e. «1 
¡00PL0IOAI AO NA RAR 
Ewv el ínterin la bella. Marton había ido al lar 
borutorio. ] : ] 
Según había previsto Vanda, la Chivotte es* [| 
taba alli todavia y acababan de contener su he* 
'morragia, E 3 
Cuando vió entrar á Marton, su mirada cen” 
Marton la dijos : 
—Te habrán: zurrado la. pavana, porque pa” 
recías hace poco una carnecería, ] 
Y después de este sarcasmo, alargó su taz2. 
¿4 la: presa. queiandaba atizando.el: fuego de la 
Sos A +) caldera, donde-hervís á: borbetones. la tisana- 
La síoche'anterior, mientras. que: dormía: la.|. 
Dame otra taza—la. dijo, —que la, señorita. 
quiere beber más... : 38 y 
—¿Lie ha gustado?-—preguntó la Chivotte sl f 
'podér dominar sualegrías.. ó Ml 
—¡Muchísimoli-respondió Marton, lograndO 
contener suaninosidad y¡su cólera. .:; o 
| po + quiere más? : E 
EL: el 3% 
Llenóse-otravez la taza de Marton, que 10 
perdía de vista á la Chivotte, la cual no.se ace!” f 
có:4 Marton ni 4:la: calderas . - 
Marion pusólataza en un-plato y se,marchó» || 
Cuando entró enla habitación de. Antoni” f 
“estaba: allizelkmédico, observando con sorprest ¡ 
que la joven y Vanda: habían casirecobrado $ 
coloraátural y haciendo exclamaciones él y 10% 
dos internos. quele.sacompañaban... 
—¡Cuando se piensa-——decía-— que mien 
'buscainos: remedio. para este extraño m3 
naturaleza obra:por sí sola!,,, Hasta ahora 
mos seguido el método expectanta, . 
—Y á la tisana debemos el triunfo—dijo ret. 
do uno delos. internos, —porque yo creo que ** $ 
tras. 
¡pla 
  
se ha dado otra cosa á estas dos mujeres. Mor 
Ha, ¡pues aquí hay más tisana saltó ] 
ton, que entraba en aquel momento, 4 
 
	        
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