Ó LOS TITANES DEL MAR : dd
La goleta no montaba más que veinte cañones, mien-
tras que el bergantín tenía treinta. - a A
Al disparo de La Trinidad contestó el bergantín, á la
par que hacía una maniobra en virtud da la cual pasaba
á estribor de su enemigo, disparando toda la andanada de
la cual algunas balas alcanzaron de lleno á la embarca-
ción de Cesar, causándole algunos desperfectos y, lo más
sensible, tres hombres muertos y algunos heridos. 0
-— [Un rugido de ira brotó de aquella gente, y Cesar, co:
-giendo la caña del timón, gritó con voz fuerte: Ay
- —¡Fuego las dos andanadas! pb po
Y disparó la primera, y rápidamente hizo virar la go»
leta para qáe pudiera descargar la otra andanada. des
| Aquellos veinte cañonazos, que todos ellos fueron
aprovechados, causaron gran perturbación en el barco
español, por el movimiento que se advirtió inmediata-
¡mente en él... pps A
Como una flecha, partió.la goleta en línea recta sobre
el bergadntil; cota E Edda ate
Momentos después, los garfios sujetaban los dos barcos,
y la marinería pirata saltaba sobre el puente del español.
Al verificar este movimiento, Cesar había hecho arriar
el pabellón inglés, sustituyéndole:con el de los piratas.
El capitán español al verlo, gritó á sus soldados:
—¡Los piratas! ¡No haya cuartel para ellos! a
- —Yalo habeis oído, — gritó Cesar á su vez á los suyos
al saltar en el barco español. O EAN
Y, efectivamente, la lucha sin cuartel dió comienzo.
-— Desgraciadamente para el barco. español, todas las
ventajas estuvieron desde los primeros momentos en favor
de los piratas. O ON
-———— Más numerosa era la tripulación del bergantín; pero
«los piratas sabían, como les habia dicho Cesar, que no de:
bían dejar que llegaran noticias 4 Panamá de su existen-
“cia en aquellos mares; por lo tanto, era necesario que no
quedase con vida ninguno de los que ey en aquel barco.
La lucha fué horrible; lucha cuerpo cuerpo, sin cuar-
tel, sin respetar á los heridos, á quienes se mataba con
“ensabanento to O Pri EAT
- El capitán del barco es añol había reunido á su lado
los últimos individuos, y pa defendía obstinadamente