casi había recobrado todo el aplomo y
no sentía más que un temor vago de que
antes de anochecer se manifestasen los fe-
nómenos de que le había hablado el doc-
«tor. 'Pronto olvidó aquel motivo de dis-
«gusto.
Cuando llegó, los perros estaban ya suel-
tos y atisbaban por Gravel Hauger y por
Hickory Kapse. El día era excelente para
Olfatear la pista: ningún soplo de vien-
to contrario estorbaba :á los perros; ni el
A. Conan-Doyl*.—LA BANDERA VERDE
se poníal, y cuando llegó al punto de reunión
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res. La única dificultad era sacarlos, por-
que sabido es cuánto arbolado hay por aque-
lla parte, y para perseguirlos con proba-
bilidades favorables, hay que conseguir que
salgan á descubierto.
Cuando llegaron los cazadores á Black
Hauger, formaron hilera á lo largo del
lindero del bosque, que se creía el mejor
punto de partida. Algunos siguieron á la
jauría por la espesura, otros se agruparon
en las encrucijadas y varios se quedaron
fuera, por si el zorro salía por aquel lado.
Los cazadores formaron á lo largo del lindero del bosqíe.
_Tocío ni la lluvia habían disipado por la
noche el olor de la, pista, y había la hume-
dad suficiente para impregnar el terreno.
Eran unos cuarenta los cazadores, aficiona-
'dísimos á aquel deporte, y excelentes ji-
netes; así es que cuando llegaron á Black
_Hauger, adivinaron que la cacería sería
afortunada, porque de aquel coto nunca
se volvía de vacío. Eran entonces los ja-
rales más espesos que ahora, y los zorros
más numerosos; porque la sombra de las
encinas era muy favorable á su multiplica-
Ción. Abundaban mucho en aquellos luga-
El joven Danbury, que conocía el país
como la palma de su mano, se dirigió á
una encrucijada donde se unían varias ala-
medas. Pensaba que cuanto más deprisa
fuera, más lejos llegaría y mejor se senti-
ría, por lo cual deseaba salir en seguida.
Su yegua además se encontraba en muy
buen estado, y era de los caballos más rá-
pidos del país. Watt era un excelente jine-
te, ligero, pero sólido, y pesaba menos de
dos toneladas con silla y todo. La cabal-
gadura era un poderoso animal, capaz de
sostener á un coracero con su armadura,
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