Full text: La bandera verde

66 A. Conan-Doyle.—LA BANDERA VERDE 
Pero, comprendiendo por la cara de su 
interlocutor que aquel nombre no le enseña- 
ba nada, entró en pormenores. 
—Es el que está al frente de la casa Ho- 
lloway y Morland, de Londres., Hace las 
compras y es lo bastante entendido para 
“comprar bien y barato. Su socio está en 
Londres y también sabe vender caro. Pue- 
de que sea el hombre que posea más caba- 
«los en el mundo y sabe sacarles el dinero. 
Apuesto á que la mitad de los caballos ven- 
didos hoy en el mercado de Dunsloe los 
comprará €l, y tiene tanto dinero á 'su dispo- 
sición, que 4 todo de mundo le está prohibi- 
do pujar contra él. 
-—Worlington Dodds miraba con interés lo 
que hacía el rico negociante, que se dedi- 
caba 4 la sazón á los caballos de dos y tres 
años. Aquellos animales ya habían llega- 
do casi á la edad madura, pero sus arma- 
zones estában todavía algo débiles y sus 
músculos no habían' adquirido la. firmeza 
- deséable. El mercader inglés elegía sus ca- 
-ballos con el mayor esmero y los precios 
que ofrecía pronto lé dejaban sin compe- 
tidores. Con ademán indolente pujaba so- 
bre lo ofrecido por otros, añadiendo ' cinco 
- Mbras de una vez, hasta que se quedaba 
- dueño del campo'de batalla. También era 
¿buen observador, y cuando comprendía que 
su adversario pujaba únicamente para hacer- 
le gastar más dinero, cerraba bruscamente 
la cartera. y dejaba al otro con un lote: de 
A caballos : con. los cuales. no sabíd qué. ha- 
Cerse.. : : 
Se: excitaban con la táctica. de aquel: gran 
-homibre, y. mezclado con el. gentío, aten- 
- día con gran interés 4 lo que ocurría. 
- Sin embargo, los. grandes “comerciantes 
- años, soberbios. animales ya. maduros, dis- 
Ea puestos. á todos los trabajos y á todas las fa- 
- tigas. Sólo un. ganadero de viva. mirada, 
- 'sonrosada cara y aspecto «confortable» ha- 
he bía. llevado al mercado setenta caballos 
muy hermosos. Estaba al lado del comisario - 
-—¡subastador, “haciéndole, los últimos - encar- 
E ES. dándole los últimos. consejos. : 
: a a Ceac: dada 47 
. Todos los. instintos ra dé Dodds 
me ha encargado qué les diga á ust d 
ol iban á Irlanda para comprar potros, de 
0 verdadera feria empezaba cuando se po-- - 
Es; nían en venta “caballos. de cuatro y. cinco S 
Dodds el individuo que le servía de cicero- 
ne—. A Jack Flynn pertenece esa inmensa: 
hilera de caballos. Esa otra que ve usted: 
allá abajo, es de su hermano Tomás. Som 
los dos primeros ganaderos de Irlanda. 
La muchedumbre seguía aumentando 
formaba un círculo alrededor de los cal 
llos. De común acuerdo se había dejado u 
sitio para el señor Holloway, y Dodds podía 
ver en primera fila su tez roja y su gabán 
$ 
amarillo. Había abierto su librillo, y mien 
“tras examinaba los animales se daba en los: 
dientes con el lapicero, y Pa aspecto: 
grave y reflexivo. : : 
—Va usted á asistir á una Poda lu- 
cha entre el rey de los compradores y el de 
los vendedores del país—dijo el reciente Co* 
nocido de Dodds. Son realmente animales 
magníficos y no me asombraría verlos paga 
á 35 libras esterlinas por cabeza. 
El comisario se subió en una silla, 
rando al gentío, al cual dominaba 'su C 
astuta y alegre, completamente afeitada» 
A la altura de su codo se veían las patillas 
canosas de Jack Flynn, y delante de elo! 
y ia serio, estaba el señor Hollowa 
—| Vean ustedes estos caballos, seño- 
res!—dijo el comisario señalando la hile 
formada por cabezas movedizas y crin 
flotantes. Han sido criados por el seño 
Jack Flynn, en su propiedad de Kildare,- 
_cual responde de su buena calidad. Son 1 
mejores. animales que ha producido Irjan 
y por consiguiente los mejores del mund 
Todo jinete verdaderamente digno de es 
_nombre, puede afirmarlo sin temor. Como: 
«hunters», 6 como caballo de tiro se. 
rantiza su solidez y su excelente origen: 
lote del señor Jack Flynn abarca seten 
NN 
que si algún mercader. al' por mayor. quisi 
ra comprar todo el Lote, “indicándole el 
cio ofrecido, le daría la preferencia so 
Otro! comprador cualquiera, y con esto si 
. pre. ganaríamos tiempo. S 
Hubo un silencio, Al gentío aquello | 1 
-recía una decepción y, sonaron murmullo 
Aquella. frase bastaba. para inutilizar. 
: compradores que no tuvieran grandes 
LS pitales,. porque se necesitaba bolsón b 
: ió para. ais tan al 2 “mayo 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.