—¿«Quieres decir, Valois, que Buridán
está en poder de la reina, no es verdad?
—Cierto. Yo mismo presencié su prisión:
en el Pre-aux-Cleres. |
—Buridán se ha evadido —dijo Mabel,
con frialdad.
—¡Que se ha evadido! —repitió burlona»
mente Valois---. Estás loca. Pero no es de
eso de..... :
—Buridán salvará a Mirtila, de quien
tú, perjuro, te has apoderado, a pesar de
tu juramento..... ]
—¡Oh! ¿Eres verdaderamente hechice-
ra?..... —murmuró Valois, retrocediendo,..
-—Buridán se casará con Mirtila + |
dió Mabel. :
--¡Te engañas! -— rugió Valois con yoz
trémula de rabia y de miedo—. Si ese
Buridán está libre, lo cual no creo, los
arqueros del preboste no tardarán en
prenderle. Y puesto.que tu maldita cien-
cia te ha permitido adivinar que tengo en
mi poder a esa doncella, adivina, hechi-
cera, lee en el porvenir, mira esos espejos
infernales que te permiten ver lo porve-
nir, y verás a Buridán ahorcado, a Mirti-
la en mis brazos.....
—Tá devolverás la libertad a Mirtila—
- dijo Mabel, con la misma frialdad que
exasperaba y aterraba a Valois.
El conde lanzó una carcajada y se di-
rigió hacia la puerta.
— ¡Me obedecerás! — rugió Mabel -
¡Porque tengo derecho a darte órdenes,
Carlos de Valois! ¡Porque no vengo del in-
fierno, sino que vengo enviada por el Dios
vengador! ¡Mira.....
Valois se volvió y vió. a la hechicera
Sin el antifaz. Durante un instante per-
Maneció paralizado por el estupor.
— ¿Quién eres? — baibuceó —. ¡Oh!
¿Quién eres? ¿En dónde he visto tu ros-
tro? ¿En dónde he visto yo esa mirada que
penetra hasta el fondo de mi alma?.....
¡Oh!...... ¡Te reconozco, te reconozco!.....
¡Eres Ana de Dramans!..... >
LA TORRE DE NESLE A
aña
Valois, presa de un terror insensato,
sintió que se le doblabawlas piernas. Se
apoyó en la pared del calabozo. :
Mabel había: vuelto a ponerse el anti- '
faz y permanecía inmóvil. Durante unos
minutos reinó un silencio terrible. entre
aquellos dos seres, interr umpido solamen-
te por los suspiros que el terror arrancaba,
a Valois. .
—Me has reconocido—dijo, al fin, Ma:
bel—. Ahora. comprendes cuál es el po-..
der de que dispongo. Escucha, ValolBris. 0%
Cuando vengan a buscarme para llevar-.
me al Louvre, procura probarme que Mir-
tila y Buridán están libres. Si no lo ha-
ces, contaré al rey cómo y quién me hi-
rió en Dijon, cómo y quién mató a tu hijo,
en aquella época en que tú eras el fayo-
rito de Margarita de Borgoña, la futura
reina de Francia. 20
Valois no oyó más; ebrio de espanto,
salió del calabozo, subió a sus habitacio-
nes y sé dejó caer en un sillón, murmu- 4
rando: E
—¡Estoy perdido! ; de ze
—Si monseñor quiere decirme la causa.
del dolor que le abruma, tal yez yo pue-.
da encontrar el remedio—dijo una voz
junto a él.
—¡Simón Malingre!.....
—¡El mismo, monseñor!
—8í, sí — dijo febrilmente Valois —.'
Tienes un genio inventivo y fértil. Dal... 0
vez, en efecto, me des un buen consejo.
-
Escucha, pues.....
Valois hizo a su acólito un relato fiel
de lo que acababa de sucederle, y aña-
dió:
mi
.
—La cuestión es impedir que esa mujer .
comparezca ante el rey.
Malingre reflexionó unos instantes e
sonrió. :
.-——¿Noes más que eso? — dijo — Pues.
bien; tranquilícese, monseñor. Puedo atir- !
mar que usa condenada hechicera no
volverá a ver al rey. Por la sencilla razón.
di
Py
y]
A
Y