LAS INDIAS NEGRAS
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¿Un buque en peligro! dijo Jack Ryan.
llos vientos que azotaban la costa. El puertecito de |
Irvine no era frecuentado —á lo menos por buques
de cierto porte.—Los barcos mercantes de vela 6 de |
vapor atracaban mas arriba, hácia el Norte, cuando
querian llegar al golfo de Clyde. : É
Pero aquella noche algun pescador atracado á la
orilla, hubiera visto, no sin sorpresa, un buque que
se dirigia hácia la costa. Y si de pronto hubiese apa-
recido el dia, habria visto , no ya con sorpresa, sino
con espanto, que aquel buque corria elante del
viento á toda vela. Equivocada la entrada del golfo,
no tenia Ñ ningun refugio entre las rocas formida-
bles del litoral. Y si aquel buque se obstinaba en
seguir, oómo podria salvarse?
La velada iba á concluir con una última historia
de Jack Ryan. Sus oyentes, trasportados al mundo
de las fantasmas, estaban en condiciones á Ine supra
para convertir en un acto de credulidad cualquier
suceso infausto. :
Dé pronto se oyeron gritos afuera.
La noche era oscurísima, Grandes ráfagas de
viento y de lluvia corrian por la playa.
Dos 6 tres pescadores, cerca de una roca, para Fe-
sistirmejor los golpesde viento, daban grandes itos.
Jack Ryan y sus compañeros corrieron hácia el
grupo que formaban. A ;
Pero aquellos gritos no se dirigian á los habitantes
de la quinta, sino á una embarcacion, que sin saber-
lo, corria á su perdicion. :
En efecto, á algunos cables de distancia, aparecía
confusamente una masa sombría. Era un buque,
como se conocia fácilmente por sus luces; porque
llevaba en el palo de mesana una luz blanca, á es-
tribor una luz verde y á babor una luz roja. Se le
veia, pues, Lar? la proa, y era evidente que se dirigia
velozmente hácia la costa.
—¡Un buque en pao dijo Jack Ryan.
í, respondió uno de los pescadores; le conviene
virar de bordo y no podrá hacerlo. * :
—¡Señales, señales! gritó un escocés.
Jack Ryan suspendió en seguida su cuento , y to-
dos dejaron precipitadamente la granja.
—¿Y cuál? preguntó el pescador. Con esta borras-
' ea nó puede tenerse ni una luz encendi