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«sar licores con la raiz de una planta indígena, con- ;
ciuyó por embrutecerse en la embriaguez y en un |
esceso de delirium tremens se precipitó desde lo alto
de una roca al mar.
Otro, acometido de un acceso delotura furiosa, se
habia arrojado sobre Young y sobre uno de los mar:-
neros llamado Juan Adams, los cuales se vieron obli- |
ados á matarle. En 1800, Young habia muerto tam -
ien de un violento acceso de asma,
Juan Adams quedó entonces el último sobrevivien-
te de la tripulacion amotinada.
Viéndose solo con varias mujeres y “veinte niños
nacidos de los matrimonios de sus compañeros con
las taitianas, su carácter se modificó profundamente.
No tenia mas que treinta y seis años entonces; pero
-desde tanto tiempo antes habia asistido á tan conti-
múas escenas de violencias y de asesinatos y habia
visto la naturaleza oli Tio tan tristes aspec-
tos que, volviendo en sí, modificó completamente su
conducta.
En la biblioteca de la Bounty, conservada en la
isla, habia una Biblia y varios libros de oraciones.
Juan Adams, que los leia frecuentemente, se convir-
tió; educó en escelentes principios á la jóven pobla-
cion que le consideraba como á un padre y por la
fuerza de las cosas llegó á ser el legislador, el sumo
sacerdote y, por decirlo asi, el rey de Pitcairn.
Sin embargo, hasta 1814 sus alarmas habian sido
contínuas. En 1795, habiéndose acercado un buque
á Pitcairn, los cuatro sobrevivientes de la Bewnty se
- habian ocultado en bosques inaccesibles por no
atreverse á bajar á la bahía hasta que vieron mar-
char al buque. El mismo acto de prudencia obser-
varon cuando en 1808 un capitan americano desem- |
barcó en la isla, donde se apoderó de un cronóme=
tro y de una brújula que envió al almirantazgo |
inglés; pero el almirantazgo no ss conmovió á la |
vista de aquellas reliquias de la Bounty. Es verdad |
que tenia otros cuidados que le llamaban mas la.
-— atencion en Europa por aquel tiempo.
Tal fue la relacion hecha al comandante Stames
por los dos naturales, ingleses pe sus padres, eluno -
hijo de Christian y el otrohijo de Young; pero cuan-
do Staines solicitó ver 4 Juan Adams, éste se negó á
| ey ga antes de saber lo'que se queria hacer
de é sa pS :
- El comandante, despues de haber manifestado 4
los dos jóvenes queJuan Adams estaba protegido por
la preseripcion, pues que se habian pasado veinticin=
ev años desde la rebelion de la Bounty, bajó á tier-
.
OBRAS DE JULIO VERNE
ra y fue recibido por una poblacion compuesta de
cuarenta y seis adultos y de un gran número de ni-
¡ ños. Todos eran altos y vigorosos, de lipós ingleses.
¡muy marcados; las jóvenes, sobre tolo, eran admi=
¡| rablemente hermosas y su modestia les daba un as:
| pecto enteramente seductor. E
as leyes que regian la isla eran de las mas sen-
| cillas. En un registro se anotaba lo que cada uno
L ha
bia ganado por su trabajo. No se conocia la moneda;
todos los tratos se hacian por medio del cambio; pero
no habia industrias porque faltaban las primeras ma-:
¡ terias. Los habitantes llevaban por todo trage gran
des sombreros y faldellines tejidos de yerba. La
pesca y la agricultura eran sus principales ocupacio=
nes. Los matrimonios nose verificaban sino con
permiso de Adams, y cuando el hombre habia d
montado y plantado un terreno: bastante esten
para subvenir á la subsistencia dé su futura famili:
El comandante Staines, despues de haber recogl
do los documentos mas curiosos sobre aquella 18
erdida en los parajes menos frecuentado del Pacl
ico, se hizo á la mar y volvió á Europa. cl
Desde aquella época, el venerable Juan Adams te
minó su carrera tan accidentada. Murió en 1829:
fue reemplazado por el reverendo Jorge Nobbs qu
desempeña todavía en la isla las funciones de sacel
dote, médico y maestro de escuela. É
En 1853 los descendientes y de los amotinados
la Bounty ascendian ya á ciento setenta individu
Desde entonces la poblacion se fue aumentando
llegó á ser tan numerosa que tres años despues tuvo
que establecerse úna gran parte de ella en la isla de
Norfolk que hasta entonces habia servido de presi
para los sentenciados ála deportacion. Pero una par-
te de los emigrados echaban de menos á Pitcalrh
aunque Norfolk es cuatro veces mayor y aunque su
suelo es notable por su riqueza y por la mayor 2
¡lidad que ofrece para una existencia cómoda. Asi 4
cabo de dos años varias familias volvieron á PitcairB
donde continúan prosperando. E
- Tal fue el desenlace de una aventura que comenzó
de un modo tan trágico. Mi des
Al principio rebeldes, asesinos, .locos; y ahora;
bajo la influencia de los principios de la moral cris
tiana y de las instrucciones dadas por un pobre ma-
rinero convertido, la isla de Pitcairn ha llegado á ser
la patria de una poblacion pacífica, feliz, en la cual
se encuentran las costumbres patriarcales de los pri-
meros siglos. e , E
FIN DE LOS AMOTINADOS DE LA BOUNIY,