UN DRAMA EN MÉJICO.”
sía, y El Asta, mandada E don Roque de Guzuarte,
L
DE LA ISLA DE GUAJAN Á ACAPULEO,
El 18 de octubre de 1825 , El Asia, navío español
de alto bordo, y La Constancia, bergantin de ocho
Cañones, recalaban en la isla de Guajan, una de las
larianas. Hacia seis meses que estos buques habian
Salido de España, y sus tripulaciones, mal alimenta-
as, mal pagadas y abrumadas de fatiga, se agitaban
Sordamente en proyectos de rebelion.
Los síntomas de indisciplina se habian revelado
Mas especialmente á bordo de La Constancia, man-
ada por el Capitan Ortega, hombre de hierro, inca-
Paz de doblegarse á nadie. Ciertas averías graves tan
yu previstas que no podian atribuirse sino á la male-
Volencia, habian detenido el bergantin en su trave-
(1) Esta novela forma Jus de los ensayos del autor, anteriores
Publicacion de Las Cinco semanas en globo.
|
se habia visto obligado á recalar con él. Una noche
la brújula se habia roto no se sabe cómo; otra falta.-
ron Jos obenques de mesana, como si hubieran sido
cortados y el palo cayó con todo su aparejo. En fin,
las trozas del timon se habian roto dos veces durante
una importante maniobra. :
La isla de Guajan, como todas las Marianas, de-
pende de la capitanía general de Filipinas. Los es-
pañoles, estando allí en su casa, pudieron reparar
prontamente sus averías,
Durante aquella estancia forzada en tierra, bea
instruyó á don Roque de la relajacion que habia ob-
servado en la disciplina á bordo del bergantin y los
dos capitanes convinieron en redoblar su vigilancia
y severidad. +
Ortega tenia q vigilar especialmente á los hom-
bres de su tripulacion; el teniente Martinez y el ga-
viero José,
El teniente Martinez, habiendo comprometido su
dignidad de oficial en los conciliábulos del castillo de