Libro Primero
En ÁNGEL DE LOS POBRES
CAPÍTULO PRIMERO
La mendiga
y RA cosa de ver los pobres que todos los sá-
bados acudían á la calle de la Luna, á re- )
coger la limosna que una niñita de cabe-
llos rubios y hermosa como un querube,
les daba á las diez de la mañana en pun-
to, desde el baleconcito inglés del entresue-
lo en que habitaba.
Aquella niña era conocida por el nombre de el ángel de
los pobres; contaba á lo sumo cuatro años de edad, y su
vocecita, semejante á lo que deben ser las harmonías del
cielo, repercutía en el corazón de sus infelices socorridos,
los cuales bendecían su bienhechora mano y la que ponía
en ella las limosnas con que los agasajaba.