ida a descifrar este 'misterio, contentán-
NOS con referir los sucesos. Y para ello
DL emos que hacer más que dejar la
á49ra a Felipe d'Aulnay.
oda caballero poseía un alma más no-
y, y más delicada que el alma de la ma-
o parte de sus contemporáneos. Su amor
cla la reina Margarita fué, seguramen-
y Una gran desgracia para él. Dotado de
onintes cualidades, de corazón puro, de
tos generosos, hubiese podido
] rar a un porvenir soberbio; el amor
€ mató.
AER TOs diecisiete años era un muchacho
A he e y despierto, esmeradamente
Uha A por su madre, capaz de defender
en tesis en la Sorbona. Su padre le había
señsdo la esgrima, la equitación y, en
pal, todos los ejercicios corporales, a
Mic tanta importancia se concedía en
Md ON Er: alegre, de continente
cd able y simpático; tenía una conver-
“ción ingeniosa, y más de Una encopeta-
No dama pensaba en Úl AE
más. hermano Gualter, temperamento
O: habíase negado siempre a
de ¿da las celtas descifrando pergami-
pe lo ide un cazador infatigable. Pasába-
gún S : HAS enteros siguiendo la pista a al-
sobr lervo, que luego conducía a Sy Casa
os $ sus hombros. La mayor parte de
Mas Y volvía al hogar paternal con las
ba on estrozadas; muchas veces ostenta”,
Sh el rostro alguna sobrebia eucnillada,
QUe como no respetaba ninguna traba
Da muy poco de la propiedad
$ 250 sucedíale con frecuencia dejarse
DEE fuera de sus dominios, bastante
os he sin embargo, y cazar en los terres
A nmediatos, y ya persiguiese a un cier-
7 a Un jabalí o a una linda muchacha,
pe AS terminaban por una ria,
aá que no siempre llevaba la mejor
tera Es decir, que el amor, ta] como lo
la Felipe, era letra muerta para
Mlalter,
'
es eran estos dos mancebos, cuan
mp, “e repente corrió el rumor de que en
díis iban a celebrarse grandes fiestas:
€ de
el €y. Felipe “el Hermoso” casaba a sus
ha Torre de Nesle. po
pa iz o cia al
ya PT E a OS A
res hijos: el rey de NaVarra, €l conde
Poitiers y el de la Marca, con las tres hi*
jas del duque de Borgoña: Margaritay
Blanca y Juana. a
El señor d'Aulnay, su mujer y sus dos
hijog se prepararon a abandonar su cas"
tillo V'Aulnay para asistir a aquellas flies" *
tas, como lo exigía su posición, . > we. 4:
Pero el día en que debían emprender
el viaje, Thierry d'Adlnay recibió a un.
mensajero que llegaba de París y que es-
tuvo hablando con él durante largo rato.
Después de esta conversación, el señor"
d'Aulnay- apareció pálido, triste y "muy.
agitado, Anunció que no irían a lás fiestas”
ii 6l ni su mujer. a
-—Pero--añadió—como es necesario que"
la familia, a despecho de los envidiosos,
esté representada en tan solemnes circuns-..
tancias, Felipe y Gualter llevarán el pen-
dón d'Aulnay y le mantendrán lo bastan-"
te alto para que todos lo vean, hasta ese.
rey ingrato—añadió en voz baja—que me.
inflige esta humillación, hasta ese orgu””.
lloso Marigny que hoy me vence. q
Log dos hermanos partieron, pues, est
coltados, cada uno de eños, por cuatro
lanzas, es decir, por unos cuarerfia entrk ,
hombres de armas, escuderos y pajes. Fe“ -
lipe, inquieto por ver inquieto a su padre -
Gualter, contentísimo porque iba a pasar.
muchos días en París sin ninguna tutela
y prometiéndose visitar todas las taber-:
nas, de lag que había oído hablar a 109
soldados que estaban de guarnición en el.
castillo d'Aulnay. :
Todo elmundo sabe lo que fueron lag.
fiestas del triple matrimonio, de modo que.
no hablaremos de ellas sino para decir.
que en el torneo que con ese motivo se-
celebró, Felipe d'Aulnay fué proclamado.
vencedor; había derribado, sucesivamen::
te, a tres caballeros. E «$
Ahora bieh; cuando recorría la paless,
tra, con su armadura de acero, cubierto.
el rostro -por la visera del yelmo, inclinar.
da la victoriosa lanza para saludar a. las”
damas, haciendo caracolear a su caballo,
con graciosas corvetas; cuando las troms.
pas de los heraldos proclamabañ sa triuny,
j , 48 be