Full text: Buridán

  
: E Se einició, 
Qué noticias ?—preguntó El rey con 
S to lacial. 
meñor, hay en 
Jue constituye 
d, ui 
ÑS 6í foco de 
nos y de los desórdenes. Jus 
Y que se han hechm ) Ls 
Men. “AG es 5 don de 
tuen Ae e 
París 
una ciudad dentro de 
reino dentro de vuestro rel- 
las sublevaciones, de los 
el campo 
E vicio y 
ros )—«murmuró 
e la. Corte 
sadilla, cono 
e SUS SUCESOr es. 
18 Corte de los Milagros! 
—. Estuvo a punto de ser- 
] q 
tido M 
po al re <y Pes astro padre, y mil 
piro: Doo guardaos, guardaos 
8 'mendigcs! ¡No volváis los ojos 
flamencos! ; ¡Los flamencos co 
dero peligro está en Parí 
a de los Milagros!” Os he 
ese ejército no encuen- 
> dé cuenta de. la formi.- 
puea le E po- 
. 
gala. e ] É 
za de que 
varle y adoptar las medidas 
e Dos. par a sofocar ese foco de rebe- 
Sero el día en 0 aparezca ese jefe, 
ño Lo DOque ese día el trono 
rá direc tamento amena- 
EL rey v7 Velois se mi 
Cie, de a azOra0 niento. 
OTque sabí an, tan bién como Marigny, 
Milagfíros, y 
29 forje 
raron con una e€es- 
da los 
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LAS pi sadilla 
> LU Fa 1 ( 
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pa es RO. POS lara 
mos medidas A Quemaremos todo 
París si es necesario para que. la. Corta 
de los, Milagros quede sepu ultada bajo log 
bros de París. Antes de que aparez- 
jue hablas, el ejército de ro, 
esco 
jefe de « 
beldes será... 
+ 103 demasiado tarde, señor inte- 
rrumpió Marigny—. Ya tiéñen un jefe. 
—¡ Un jefe ¡——balbue có el rey, en quien 
error y la cólera se desencadenaban al 
O tiempo—. ¿Quién es ese Jefe 22.0 
a Biidón l 
> MA 
eri 
te not resonó como un truco. 
garita se puso lívida. 
Vi alois rechinó los dientes, y en aquel 
stante comprendió que odiaba “ww Buri- - 
¡a su hijo!... ¡Ah! ¡Comprendió: 
' odi ¡aba ton toda su alma! ¡Que la 
odiaba hasta el punto de olvidar el, odia 
que de an iguo profesaba a Marigny!. 
dán !—rugió Luis Hlutin—. ¡Bu- 
ridán! ¡El miserable que nos insultó en 
Mont Esa . ¡Que provocó A nuestros sol- 
dados en Pré aux-Clers! ¡Que estuvo 
a punto E matar a la reina en el patio 
leones! ¡Que se atrevió a penetrar 
-n el palacio de Valois y a apoderarse de 
m Vénierado tío" ¡Qué digo! ¡El hombre 
que se atrevió a cruzar con mi espada real 
infame tizona, y a amenazarme a mí, 
ey! 
de los 
1 
1 
TOY » 
4 entre aquellag cuatro personas huba 
yn 1 nstante de sil lencio imponénte. . 
Y instante de silencio no hu= 
biesen estado enloquecidos. los cuatro poes 
su 
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Y 
3 al 
si en aquel 
log diversos pensar mientos que cruzabali 
por su imaginación, hubiesen podido oir 
rmor- de un sollozo ahogado. 
Aquel sollozo salía del aposento desda 
el cual Mabe] veía y escuchaba todo. 
_Mabel había caído pesadamente de, TO 
3128 nuraba: ; De | 
—: Mi hijo! ¡mi Juan!... 6 
Marieny continuó, con .voz sorda: 
La Corte de los Milagros elige a Bu" 
ia jet y rey. Buridán tiene a su alre- 
dedo artenientes temibles, porque ésos : 
hc ombres € cuya C: oi eza babel ps a pre” 
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