LA MÁSCARA ROJA 11
- Media hora después, aquella delicada mujer, transformada en valiente
y distinguido campesino bayonés, salía á caballo del jardín del hotel.
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Envueltos entre grandes masas de nieve que cubrían las montañas,
Se hallaban diseminados los guerrilleros de Ricardo Navarro, conve-
Mentemente apostados, en espera de las tropas aliadas que debían atacar
y
al general Soult.
Dos de los guerrilleros que estaban en las avanzadas condujeron á un
Prisionero, el cual era un francés, que habiéndose aparecido, dió mues-
tras de turbación al ser interrogado. - Ss : :
-, Una vez en presencia de Ricardo Navarro, cuya tienda de campaña 3
* componía una profunda grieta del monte, cubierta de enormes peñas : E
Y adornada con viejos y corpulentos árboles, la confusión del prisionero
fué mayor. e 0 dO %
A la vista de algunos pliegos que le fueron hallados, Ricardo los
*Xaminó detenidamente á la luz de su linterna. :
Entre aquellos papeles encontró una carta del general Soult á su
“olega Suchet, dándole las gracias por su oportuna llegada á aquella
Parte de los Pirineos, y notificándole la seguridad que tenía de que
y ellington, comenzaría su ataque en él Adour y que por consiguiente,
“oMmbinara el mejor medio de dar una sorpresa al enemigo, ya que esta
-*Z no tenían que luchar con el maldito guerrillero Navarro, español
We sin duda alguna era hijo del diablo. :
Nuestro valiente joven, sabía lo bastante y con el fin de que aquel
e no espiara su presencia en aquellos montes, lo mandó atar á un
Ol junto á su cueva, convirtiéndose él en centinela. ? l
¡ Ti¡Cómo!—exclamó el guerrillero al quedarse solo y hablando con-
$9 mismo.—¿Suchet está aqui? ¿También lo han arrojado de Valencia
taluña?... ¡Wamos, está visto que los empujaremos hasta París y
A Creo que entraremos en el mismo palacio de las Tullerías... e!
Volvió 4 leer la expresada carta y prosiguió: ¿
Wellington atacará el Adour donde está Soult, y yo atacaré el