Full text: Tomo primero (001)

1004 LOS ÁNGELES DEL ARROYO 
bastardo al de una mujer de clase, ha hecho y hace ¡me 
posible el que yo me case contigo. 
—Pero si yo renunciase al mundo y me vieses consa- 
grada a vivir para ti y para nuestra hija... 
—Años habrían de pasar y tú por las pruebas de un 
retraimiento absoluto, para que yo olvidase lo que has 
sido: frívola, versátil y alocada. 
Entretanto, si esa hija nuestra viniese a mi poder, que 
lo dificulto, tú no podrías darla el nombre de madre, por 
honor tuyo; pero tendrías la satisfacción de verla siempre 
que quisieras, aunque de ella distanciada, como exige el 
decoro. 
—«¿Es esa tu irrevocable resolución, Víctor? 
—Sí, irrevocable. 
—Pues oye bien la mía. . 
Yo iré por mi hija y mi hija vendrá a mi lado. 
Todo el mundo sabrá que es mía y que es tuya. 
De este modo quedaré libre del pesado yugo qué 
hace años has puesto sobre mi cerviz, amenazándomé 
con denunciar mi maternidad al hombre con quien inten- 
“tase unirme. Daré un padre a mi hija, porque no faltará 
quien con ella me acepte, y cuando llegue a ser mujer, 
nadie se acordará de que es una hija del amor, y su po” 
sición y su fortuna la harán apetecible pára cualquier buen 
partido. 
Ese es el mundo, del que tanto abominas y no Co” 
noces, porque la ciencia os embrutece a los sabios y 10 
vivís más que en las regiones del idealismo científico, sin 
ocuparos de estudiar la sociedad en que vivís. 
Tenlo así entendido y bien presente, que nada me im-
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.