LOS ANGELES DEL ARROYO 1007
solo confío—exclamó Dorotea asiéndose del brazo del
joven.
Este detuvo un carruaje que pasaba vacío,
Hizo entrar en él a la marquesa y dijo al cochero:
—Al Hotel de Oriente. ¡A escape!
Y entró por primera vez en un carruaje con la mar.
quesa,