Full text: Tomo primero (001)

LOS ÁNGELES DEL ARROYO 
— es 
hasta ahora se ha ocupado, sino que deshonraría a una 
señora que merece todo respeto, y a la que se cree viuda 
de Letamendi, porque todos ignoran que es su propio 
apellido el que lleva su hijo. 
Y Enrique, convencido y asesorado por su madre con 
respecto a Letamendi, quiso saber su modo de sentir en 
la cuestión del reconocimiento de Maríeta, 
—De eso no puede nadie juzgar hasta conocer la vo- 
luntad de Ma:ía, que la misma Clara parece no haber con- 
sultado 
Ni tú, ni nadie que no la conozca muy a fondo y muy 
íntimamente, es capaz de prejuzgar su aclitud cuando se 
le proponga ese reconocimiento por su padre, 
—Sin embargo... yo me atrevería a pronosticar una coga, 
—¿Qué, madre mía? 
—Que Marieta no accederá a ese reconocimiento, 
—¿Por qué? 
—Porque no se varía radicalmente de sistema de vida 
sino a la fuerza, ; 
La pasión, la indigencia, un nuevo estado como el ma. 
tritonio, pueden obligar a variar de método de vida, 
Pero cuando Mar eta considere que va a pasar desc 
los esplendores más o menos fantásticos o reales de la es- 
cena, a la modesta Ser, de un hogar como el de 
Letamendi y su madre, si ella se hace bien cargo del cam- 
bio, ten la seguridad a que no acepta, 
—Es posiole, 
—Es seguro, Enrique. El medio ambien'e en que se 
vive viene a constituir un elemento, como lo es el aire para 
el ave, el agua para el pez.
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.