Full text: Tomo primero (001)

e 
— 
E 
LOS ÁNGELES DEL ARROYO 1331 
hasta que Ruperto desapareció con ella; Marieta es una 
mujer honrada, y el que no lo crea así puede decírmelo 
aquí o en la calle, y no le dejaré concluir la palabra. 
—Pues si no deja usted concluir, señor Nicolás, ¿cómo 
puede usted saber lo que todos saben?--dijo un viejo apun- 
tador, a quien todos respetaban mucho en la compañía. 
—Es que como de María Golfini, de María de los Gol- 
fos y de Dios, que es como se llama, sólo puede decirse 
una calumnia, yo no he de permitir que esa calumnia sal- 
ga entera de la letrina que la eche fuera. 
—¿Es que la cree ústed santa? 
—Santa, no; honrada, sí... 
—Honrada... según usted entienda la honradez— dijo 
Emma, cuya posición equivoca con Bianchi la hacía res- 
pirar por la herida, 
—Yo llamo mujer honrada, una mujer de bien, 
—¿Y cree usted que María...? 
—Señora Emma... quisiera que fuese algún hombre 
quien me contestase para poder cumplir en él lo que he 
dicho. ' 
—+«Carísimo»... vienes muy fuerte «ques ta sera»... — 
dijo Bianchi, ya repuesto del susto, 
—Vengo como siempre, dispuesto a que no se le falte 
A Marieta, ni en lo que monta la punta de un alfiler. 
—Pues hijo—exclamó la Santoliani—, creo que ha per- 
dido desde hoy el derecho a que la defienda nadie. 
—¿Puede usted decirme por qué, señora Emma? 
—Pregúnteselo usted a ella... 
—¿Y qué cree usted que me contestaría? 
—Tal vez lo que me ha contestado a mí. 
a EA ici 
A SS 
A A 
a ES O A
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.