ESRESUZA ESE STRESS RSE ESOS IA ER SA ESA e ESA
NR INS NR INR LR NS NN NS NS ANS NS PLN INS PLN PA
SUEZ ESOS A SIRIA E TES VESRESAESN ESA ESUZA SUIZA 2
ASAS SANS SANS TS NOS ZN TAS STAR TAS TA TN
ESSE ASES EII RESETEAR Sizs
MA E A E E RR RAS
CAPITULO XXV
Carrera de trineos.
En» | S posible—contestó Nicolás—; pero, en
AE tal caso, sería que una mujer me ha vuel-
to loco.
UN: | —Sí..., tal vez. Pero mucho debe ella
de haber hecho para que tú hayas podido creerte ama-
do por tan gran dama.
—¡Ah! Creo que yo no soy un necio que pueda
creerme amado sin pruebas evidentes de ello.
—«¿ Y tú las tienes?
—SÍ.
—V eamos...; cuéntame.
. —Ya sabes, Marieta, dónde el duque Alejo tiene
su palco, en el teatro Miguel.
—Sí: el primero al lado del proscenio.
—Eso es.
. —Sigue.
—Ya conoces a Alejandra Paulatoski, aquella he-
chicera cabeza rubia, aquel rostro de nieve, aquellos