Full text: Tomo primero (001)

LOS ANGELES DEL ARROYO 1437 
en cuestión de coqueterías femeninas; “y no compren» 
dió, hasta más tarde, por: qué: Alejandra le: daba las 
gracias. 
El la siguió con la vistá, recreándose en la contempla- 
ción de aquella desnudez vestida, o de aquel vestido al 
desnudo. 
—Dios mío, ¡qué hermosa es! —murmuró con un Sus- 
piro hondísimo, que salió tembloroso de sus labios. 
En aquel momento creía él a aquella mujer tan intan- 
gible, como un pájaro hubiera creido a la misma Venus, 
apareciéndosele en su traje primitivo de verano, tan eco- 
nómicos para padres, maridos y amantes. 
¿Cómo era posible que aquella belleza ideal, apenas 
libada por-un viejo tábano, en la que aún quedaba mucho 
de virgen, le amase al. pobre,cómico, ¿aún sin nombre ni 
fortuna? 
Pero Colás recordaba recientes anécdotas que se refe- 
rían de damas tituladas y hasta de estirpe regia, tugadas 
con artistas, músicos o pintores, y divorciadas de sus fa- 
milias, sin importárseles un comino.su excomunión. 
Después de todo, Alejandra era viuda, independiente 
y tica, porque el. conde de Ulm: le había legado toda su 
cuantiosa fortuna como: muestra de gratitud por haberle 
permitido acercarse, aunque sólo fuera al vestíbulo del 
templo donde debía ser adorada. de- rodillas, a él, viejo 
chocho y caduco, al que sólo la estupidez de un czar pudo 
mandar nunca de generalísimo a un ejército, en el que no 
hizo más que el ridículo y acabó, como otros, a manos de 
unos fanáticos revolucionarios nihilistas. 
¿Por qué, si no tenía Alejandra deberes que cumplir 
Ent
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.