LOS. ÁNGELES DEL. ARROYO 1475
guardarropas a las damas que se retiraban: prematura-
mente.
i De pronto se detuvo.
Ñ Descolgó de su muñeca un elegante carnet con hojas
J de marfil en abanico, donde apuntaban las damas los
bailes que comprometían, el cual llevaban pendiente del
brazo por un hilo de oro, y les era entregado en el toca-
dor con un «bouquet» de violetas de Odessa y de helio-
tropos de Smirna.
Alejandra, de pie bajo una lámpara de gas, escribió
algunas palabras en la primera hoja del carnet, y, conser-
vando éste en el hueco de su mano, salió por otra puerta
1 que comunicaba con el guardarropa de señoras,
: Este era un verdadero salón con perchas corridas, con
dos mil ganchos para abrigos y salidas de todas clases, y
sobre cada uno de ellos un número que correspondía al
que llevaba pendiente de un pequeño marchamo cada
carnet de señora.
] Al reclamar una de las concurrentes su abrigo, una de
] las diez camareras que servían en aquel depariamento le
pedía el carnet, cortaba con sus tijeras los hilos del
marchamo, devolvía el carnet, y con el número buscaba
el abrigo, que entregaba a su dueña, resistiéndose a acep-
tar toda gratificació..... que al fin aceptaba por no desairar
a la dama.
Como que aquel empleo eventual. de camarera en
un baile de palacio era tan solicitado, que se pujaban,
cotizándolo en. cierto. centro administrativo de palacio, »
en la seguridad de que cada camarera no sacaría me-
nos de cien. rublos, de los cuales daban quince o vein-
Per