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LOS ÁNGELES DEL ARROYO 1403
Luego, las ligeras pisadas de una mujer que se aleja.
—Bueno... Convencido—murmuró el primero que ha-
bía salido de uno de aquellos jardines.
Y echó a andar por la callejuela del Cristo, solitaria lo
mismo a aquella hora que a las doce del día.
Ya el lector habrá conocido que aquel hombre era
Ludovico Lenzeski, el amante o novio de Sofía Muria-
w.chtz, y el segundo, nuestro ex-golto, feliz y afortunado
Colás Expósito, ya amante de la condesa viuda de Uim.
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