Full text: Tomo primero (001)

ic E cc 
e 
ST 
pus 
LOS ÁNGELES DEL ARROYO 1503 
ya pretendiente, sino dueño de Alejandra, que probable- 
meute habría de hacer efectivo su casamiento con ella si 
era hombre libre. 
La única esperanza que restaba a Olga, deducida de 
sus más frescos recuerdos, era que aquel amante fuese 
uno que ella recordaba había estado muy expresivo y 
asiduo con Alejandra en el baile del Palacio de Invierno: 
el principe Miguel Astragroff. 
—Si es ese—dijo al gran duque Alejo —no puede ins- 
pirarnos cuidado, porque el príncipe es casado. 
Si no es él, no puede ser otro que ese cómico a quien 
he visto que Alejandra miraba con sus gemelos, sin pes- 
tañear y durante noches enteras, mientras él estaba en es- 
cena, 
ES 
Dieron las seis de la mañana en el reloj de la catedral 
de Kazan, que repitieron como un eco las infinitas igle- 
sias de San Petersburgo, a una por cada regimiento, cuyo 
nombre lleva la iglesia. 
—Vamos abajo —dijo el gran duque Alejo—. Dentro 
de poco amanecerá, y antes creo yo que Alejandra des- 
pedirá a su amante. ; 
—Es probable, pero... ¡qué quieres!, necesito ver que 
es ella, para creer que esa mujer que has visto no es Ca- 
talina. 
— Catalina no se atrevería a introducir un hombre por 
el jardín, exponiéndole a que el jardinero Ivan, que es 
muy bruto, oyese ruído y le descerrajase un tiro.
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.