Full text: Tomo primero (001)

LOS ANGELES DEL ARROYO 3381 
bordaba de sus ojos llenos de fuego, que incendiaban sus 
mejillas como debía incendiar sus sentidos. 
¿Pero podía yo, no amándola, abusar de aquella pa- 
sión, que sin querer había inspirado a la joven criolla? 
ES 
Nora me hizo una seña con su abanico y yo me apro- 
ximé a la hamaca. 
Nunca Nora me pareció tan encantadora y tan bella. 
Hízome tomar asiento junto a la roja hamaca, y me 
dijo fijando en mí una ardiente mirada: 
—Hace tiempo que vengo observando en usted, Eduar- 
do, un cambio alarmante. Su salud no es buena..., enfla- 
quece usted por días y hay veces que la fiebre colorea sus 
mejillas, que de pronto palidecen hasta la lividez. Usted 
sufre, amigo mío, y no es usted franco conmigo. 
—¿Cuándo me ha hecho usted, Nora, esa observación 
que ahora me hace? 
—Es verdad... Pero crea usted que no ha sido por falta 
de interés, sino porque sabiendo lo reservado que es us- 
ted no he querido ser indiscreta. 
—Yo se lo agradezco, porque hay dolores que no pue- 
den confiarse a nadie sino a su madre. A usted no puedo 
inspirarla más que un interés relativo... 
— ¡Si se pudiera penetrar en el corazón! 
—¿Y qué vería? 
—¡Vería tantas cosas! Sl 
—Es decir, que es usted más reservada que yo, puesto 
que lo que hay en el mío sale al exterior, mientras que lo 
que pasa en el de usded, en él queda oculto, 
e io o is ai 
> A e EE E é 
A A TT PAN E OO 
E 7 
O ES 
a 
> E 
des 
Pa 
EAS
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.