Full text: Tomo primero (001)

LOS ÁNGELES DEL ARROYO 
e impura, la imagen de aquella mujer vivía eternamente 
en mi memoria, como fotografiada en mi retina. No veía 
más que a ella cada minuto, cada instante de mi vida. 
Nora quiso detenerme; pero me sobrepuse a sus de- 
seos insensatos de prescindir de la ciencia, y partí, acom- 
pañado de Thom, para Kingston, en busca del doctor 
Vanderliks, un hombre con fama universal de sabio y es- 
pecialista en afecciones cardíacas. 
Tan pronto como supo de quien se trataba, él, que 
había sido amigo del señor Letamendi, a quien asistió en 
sus últimos tiempos de enfermedad, hizo enganchar su ca- 
rruaje, puso en él su botiquín y partimos para «La Niqui- 
Cia» juntos, y Thom en la canastilla, 
El doctor Vanderliks me preguntó, durante el corto 
Viaje de Kingston a la «Niquicia» algunos antecedentes 
| de Nora. 
Yo no podía revelarle la verdad sin rebajamiento para 
la enamorada joven. 
Sabía por haberlo notado muchas veces, que las mu- 
Chachas enamoradas y contrariadas de cualquier modo en 
Sus amores se desmejoran durante la época de las contra» 
tledades y reverdecen, como las plantas, cuando se casan 
y desaparecen los obstáculos. 
Otro tanto esperaba yo que sucediese con Nora. 
"A 
—u—— ——
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.