LOS ANGELES DEL ARROYO 419
—Por mucho que nos dé, no nos dará lo que nosotros
a ella.
—Es verdad; por eso creo que si le lleváis su hija, ha-
Dréis hecho vuestra suerte,
—Yo, con que me dé pa comprar un billete de la Lo»
tería de Navidad...
—¡Cómo! ¿Tienes esperanza en la lotería?
—Como si tuviera el gordo en el bolsillo, don Eduardo.
—0Os dará algo más, porque ya me ha hablado de es
Y está dispuesta a haceros hombres a los dos.
—Ya lo somos; pero vaya... hombres de provecho,
Ya hemos tratado éste y yo de lo que pensamos hacer
Si llegamos a tener dinero...
¿Habéis pensado en vuestro porvenir?...
—Si... este chiflado quiere ser rico para tener un coche
con postillones—dijo Colás riendo.
— ¡Hola! Alto apuntas, amigo.
—Y Si no, dice que se tira de cabeza por el Viaducto.
—Y que no hay más, don Eduardo. Lo que es yo, de
Sollo no sigo; y pa no ser rico, mejor es que lo lleve a
Uno pateta. E 7 Ñ
"Bueno; eso dependerá de ti, pórque ya se te pondrá
MN camino de que lo seas, ya que tanta ambición tienes.
—Como que se me ha metido en el magín que yo he
de ser rico, y esto lo estoy pensando desde que era así
S9mo una coliflor de alto.
*
Ya todo dicho y previsto, Eduardo hizo ensillar el ca-