LOS ANGELES DEL ARROYO 565
"YO misma que buscarle por calles y plazas y sin dejar
Tesorte por tocar para encontrarle.
A Entonces, cuando usted disponga la marcha, estoy dis-
Puesta a acompañar a usted.
Doña Eulalia, respirando esperanzas e ilusiones, abra-
264 Aurora y la besó en las mejillas.
L, TEs usted un ángel, Aurora, y bien merece la felici-
e Con que la brinda Estanislao, que parece nacido para
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,
y Aquella noche se prolongó la velada más tiempo que
Me costumbre,
Cuando se retiraron el cura don Hermógenes, el médi-
iy Al Su hijo el farmacéutico, aún permanecieron reunidos
Boa Eulalia, Aurora y Estanislao.
A leron a éste cuenta de lo que proyectado habían, y
| “anislao aprobó aquella determinación. Después se
Xx “Cuparon en confeccionar una larga lista de muebles y ob-
el "ecesarios, y hasta supérfluos, para unos recién ca-
$ 0%0S ricos,
Estanislao, con mucha delicadeza, indicó que deseaba
Y "Cargar en Madrid el trusó de Aurora.
h a a que era pobre, que nada poseía, aunque no ca-
€ nada al lado de doña Eulalia.
€ro ésta le atajó, diciéndole:
oigo mío, eso es cuenta de la madrina, y vo me
tara 90 €n la de Aurora; no pensemos en eso, Nos cos-
r me
da a las dos un viaje a Madrid, de donde traeremos
to se necesite,