Full text: Tomo primero (001)

LOS ÁNGELES DEL ARROYO 729 
amigas no está bien que me acompañe, porque tendría 
que vestirlas y ponerlas al nivel mío, y eso no puedo ha- 
cerlo con todas, ni quiero tampoco hacerlo con ninguna. 
—Pero otras que estén'en tu situación... 
—Déjame, déjame de esas... son mujeres muy corridas 
y envidiosas, que andan a ver cómo se eclipsan unas a 
Otras... y entre ellas ¡hay cada pelotera por celos, envi- 
dias, traiciones!... No, no... cada perro que se lama su 
Tabo y cada palo que aguante su vela. Ahora voy a estu- 
diar francés, para saber qué quiere decir «oefs au gratin y 
ommelet a la champignon»... Eso me distraerá. 
—¿Y la música? 
—La música me gusta oírla, pero me carga aprenderla. 
Eso de pasarme una hora solfeando... do... re... mi... fa... 
sol... Vaya, que me da ganas de dormir, y si no fuera por- 
que Ramón se ha empeñado en que tengo muy bonita 
VOz y desea oírme cantar... 
—Te acuerdas cuando cantabas las seguidillas... 
—Si... sentadita entre vosotros en cualquier escalón de 
Puerta... 
—Y bailabas el tango en la acera... 
—Con el vestido hecho pedazos y los pies descalzos... 
—Ya no te acordarás... 
—¿Que no? Mira... 
Y Clara levantóse del diván y dijo a Colás: 
—¡Acompaña! 
LE 
Colás canturreó un antiguo tango, que Enrique acom- 
Tomo 1 92
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.