848 LOS ANGELES DEL ARROYO
—Pues eso es lo malo.
—¿Qué?
— Que no os lo hayan encontrado. :
-— Como que íbamos a llevar con musotros el «cuerpo
el delito», 3
Esto del «cuerpo del delito» lo había aprendido a
fuerza de oirlo en los juicios orales a que asistían, como
a una cátedra, y aun asisten muchos granujas, en cada
Audiencia provincial de España.
—Pero el caso es ¿sabes? que es a mí a quien se me
echa la culpa de haber recibido ese dinero en depósito.
—/A usted?
—SÍ.
—Pos tos se dequivocan, porque no fué a usted—dijo
«el Chato.
—Y eso, ¿cómo se prueba?
—Pos... no siendo.
—VYa sé yo que no es; pero el posadero asf lo crec.
«como la otra gente que acudió al escarceo.
—Pero en diciendo musotros que no, no hay más que
hablar. E
—Sí hay que hablar, sí hay que hablar.
-—¿Y el que?
—¿Qué? No besta que digáis que no fuí yo, sino quién
tfué quien se quedó con los cien duros.