950 LOS ÁNGELES DEL ARROYO
de familia, muriese y les permitiera casarse, y reconocer
y legitimar aquella hija.
Pero el viejo gondolero fué tirando de su vida durante
ocho años, sin conocer los amores secretos de su hija, ni
por consiguiente el fruto de ellos, cuidadosamente guar-
dado por Benedetto.
Muere el viejo gondolero, y Benedetto, días después,
se presenta en la casa de Berta para recordarle sus jura-
mentos y sus compromisos.
Pero Berta ha desaparecido.
Benedetto enfernia; un ataque de oftalmia le deja ciego,
y no pudiendo trabajar en su oficio de platero, tiene qu
apelar a la caridad pública para dar de comer a su hija y
mantenerse él mismo.
Esta situación es con la que comienza el dramita.
Benedetto, contestando a preguntas de su hija, que
quiere saber quién es su madre, le refiere la historia de sus
amores con Berta y la deslealtad de ésta.
Apenas ha terminado Benedetto su relación, la niña
vuelve a pedir a los transeuntes una limosnita para el pOr
bre ciego.
Algunos la fechazan y otros dejan en su manita el
mísero óbolo de la caridad.
De pronto, se abre la puerta de un hotel y aparece una
dama elegantísima, que va a pasar por delante del ciego Y
se detiene.
Ha reconocido a Benedetto.
La niña corre hacia la dama y la tiende su mano. LA
dama la estrecha en sus brazos llorando, la pregunta pof
su madre, a quien María califica de mala mujer...
La dama la besa, y la dice que ella es su madre.