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LOS. ÁNGELES DBL. ARROYO 
v4.0. 
En aquel momento entraba en.los Viveros Arturo con 
sus amigos Octavio y Virginia. 
—;¡Qué joven tan guapa! —dijo Virtudes, que estaba 
sentada junto a la puerta de entrada. 
Ricardo, volvió maquinalmente la cabeza, y, apenas se 
fijó en el grupo, que se había detenido, como escogiendo 
sivio.con la vista, ex-lamó levantándose: 
— ¡Calla! Pues si ese es mi tío Arturo. 
—¿El vizconde? —preguntó Virtudes, 
-— El mismo, 
Arturo le vió y fuése a él sonriendo, 
— ¡Calla! ¡Tú aqui! 
—Sí, con mi novia, y su madre. ¿Quieres que te pre” 
sente a ellas: 
—No tengo inconveniente... Con. permiso... Un mo” 
mento —dijo,a Octavio y Virginia; y se unió de nuevo A 
su sobrino, que le lievó del brazo, hasta la; mesa do 
ellos co: fin. 
—Doña Anatalia: tengo el gusto de presentar a usted 
a mi tío Arturo, el más simpático de los calaveras de bued 
tono. 
— Mis amigas, tío, doñla'Anatalia Ruídera y su fefsiiá 
híja Virtudes. 
—Sí; ya veo que las dos son de desecho. 
—¡Qué madre y qué hija! ¿Eh, tío? 
-—Guapas son de verdad.