1099 LOS ÁNQELES DBL ARROYO
que iría a verte y que te llevaría de nuevo al hotel de los
abuelos.
—Pues no ha logrado sino sacarme de la buhardilla y
llevarme al Hotel París.
—-Pero...
-—Perdón, hijo, pero me están esos esperando y no
puedo detenerme. Tomaremos luego juntos el café,
Separóse, pues, de su sobrino, que volvió a sentarse
y continuó comiendo las ricas fresas de Aranjuez serví-
das en un mar de leche azucarada.
Arturo, con sus amigos, ocupó una mesa no muy le-
jos de la de los novios y su madre.