!
|
1
l
|
(Ñ
nd
1148 LOS ANGELES DEL ARROYO
Pero el papel que no he hecho nunca en el teatro ni
fuera de él, es el de «sinvergílenza».,
—Y ¿qué papel es ese, Colás?
—El de hombre que no tiene un cuarto y se casa col
mujer millonaria.
—Bueno, ¿y quién se lo agradece?
—Nadie...
—Pues entonces, tonto, más que tonto, te has gastado
todos tus ahorros nada más que para pasearte por el mun-
do, que no te conoce, con una condesa, y cuando en ese
paseito has consumido cuanto tenías, vuelves los talones,
y... ¡aburl
-—¿Y qué había de suceder si todo esto éstaba ya pre-
visto?
—¿Hasta tu ruina?
—Hasta mi ruina.
: —Bien... entonces es que... eres más tonto que yo creía
o un loco de atar, que merece un manicomio por hospe-
daje. j Ñ
—Yo no puedo quejarme, porque eso hace seis meses
que lo preví y lo venía esperando.
—Entonces, si lo has hecho a conciencia, eres más qué
tonto: loco,
—Puede ser; pero te aseguro que han sido seis meses
divinos. Hemos visto el mar Rojo, que no es ni rojo nl
azul, nl nada más que un mar como otro cualquiera, en el
que hace calor yo creo que hasta dentro del agua,
Y hemos cazado panteras y elefantes en la India, qué
yo creo que crían los ingleses, y las echan a los bosqué$