Full text: Tomo segundo (002)

LOS ÁNGELES DEL ARROYO 1415 
Camila, encendía el rostro de la muchacha y la hacía llo- 
rar nerviosamente, 
—¡Ay, qué tontal —exclamaba doña Eulalia—. ¿Pero 
lloras por una broma, tontuela? 
Enrique se reía y decía a su madre: 
—¡Déjala que me quiera! Más vale que le quieran a uno 
y no que le odien, 
dk ok 
Cumplió Camila los dieciocho años y acabó de per- 
feccionarse, 
Era una morena clara: con unos ojos:como dos flores 
de terciopelo y nácar, cejas muy negras, un hoyo en la 
barba, un lunar rubio en la mejilla y una dentadura blanca 
e igual como una sarta de piñones mondados. 
No se la conocía novio, y rehusaba ir con las dos cria- 
das los domingos a bailar a la Fuente de la Teja o en los 
tíos vivos y columpios detrás del Depósito de las aguas 
del Lozoya. 
Quedábase con más gusto leyendo una novela en un 
hueco del balcón o contemplando desde éste las arboledas 
de la Casa de Campo y de los paseos a orillas del Man- 
Zanares. 
Y si Enrique la llevaba un libro y la decía: 
—Toma ese libro, puedes leerlo, lo he comprado para 
ti—Camila enrojecía de emoción y leía el libro tres o 
Cuatro veces, creyendo que no honraba bastante el rega- 
lo si no lo aprendía casi de memoria. 
Cuando Enrique, después de la derrota de su amor,
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.