1504 LOS ÁNGELES DEL ARROYO
hasta la más artística y académica. Porque yo surto a las
academias de París, Londres, Berlín, San Petersburgo,
Viena y Cristianía,.. de Academias de Mujer, reproduc-
ciones de estatuas...
—Diré a usted, señor Lindon, Yo sé que una amiga
mía, que tiene un... amigo...
-—¿Intimo?... —dijo el fotógrafo.
— Justamente.
— ¡Adelante!
—Pues esa amiga mía, sé que se ha retratado aquí con
un amigo...
—Sí... es posible... Algunas tienen ese capricho... Lo
pagan bien por adelantado y se les entrega el número de
“copias que pagan, y luego... se rompe el clisé y se tira a
la basura.
—Y.., ¿ha sacado usted ya alguna prueba de ese
grupo?
—No sé a cuál se refiere usted, señora.
—Al clisé número 3.467.
—Voy a verlo y se lo diré a usted, :
is El fotógrafo entró en un pequeño taller contiguo a la:
galería y volvió trayendo un clisé en la mano,
—Este es—dijo.
Y poniendo el cristal sobre la manga de su chaquet,
pudo verse en efecto a la francesa formando grupo con un
hombre.
Mi señora hizo un movimiento de ne y dijo al
inglés:
—¿Ha sacado usted alguna prueba ya de esa foto-
grafía? el