1524 LOS ANGELES DEL ARROYO
Camila, hoy no has cuidado de mi lavabo.
— -Es que todavía no he dicho a la muchacha cómo
tiene que cuidar de él todos los días.
—¿ Y este polvo que cubre la mesa... y la cómoda?
-Ahora cuando salgas del cuarto entrará la mucha-
cha y lo limpiará.
Enrique comprendió en seguida la reacción que se
había operado en el espíritu de su mujer, pero no hizo
objeción alguna.
Era aquello tan repentino que le hizo reflexionar so-
bre ello, y observar si en todo se manifestaba aquel es-
píritu de emancipación.
En verdad, espíritu justo y natural, pero manifestado
en-forma súbita y brusca.
SI SN
NS ANS TAN LN TNA
Sil, Sia,
SOS