1614 LOS ÁNGELES DEL ARROYO
Octavio se dió prisa a arrancarle la cartera, cortandk
sn elástico que la sujetaba interiormente.
Despues sacó de los dedos del muerto el solitario, un
ajustador y otro aro de oro malo, que también llevaba er
el dedo anular.
Tomóle el reloj y unos seis duros en plata que llevaba
en el bo'sillo del chaleco, todo lo cual quedó repartido en
sus bolsillos.
D. trás sacó el billete del ferrocarril y todos los demás
papeles.
Pero reflexioríando algunos minutos, después de
ciorarse de que en las ventanillas no había n: Aja y de q
continuaba la tempestad en toda su fuerza, Octavio de
nudó el cadáver completamenre hasta despojarle de los
ucetines y las botas, todo lo cual cambió por su ropa.
con la cual vistió el cadáver; pero recogiendo y guardan
sus documentos, su pasaporte a nombre de Octavio
Burgués, vizconde Senmanar.
Cuándo hubo terminado la horrible operación, abrió
la portezuela sosteniéndola con su mano sujeta, porque
no golpease con el aire, y esperó el paso por un puente
bastante largo que hay sobre un artoyo, que es caudaloso
torrente en las grandes tempestades.
Cuando empezó a cruzar el tren en el puente, Octavio
que había preparado el cadáver cerca de la portezuela,
abrió ésta y lanzó fuera el cuerpo, que saltó la barandi.