Full text: Tomo segundo (002)

LOS ANGELES DEL ARROYO 1621 
—El me la dió y por eso he podido encontrar a us.ed 
en esta inmensa nación. 
—¿Y dónde se conocierón ustedes? 
—En Granada, en el Hotel de los Siete Suelos. 
—Sí... allí fué donde le escribí mi última carta, a la qua 
no sé por qué no me habrá contestado. 
—VYa me dijo que era muy perezoso y que además su 
vista no le permitía escribir y tenía que hacerlo siempre 
por amanuense. Me ofrecí a verla para ese objeto, pero 
me dijo: 
—Puesto que va usted a París no necesita llevar carta 
mía, sino ser usted mismo quien diga a Clara que quedo 
en buscarle el novio y que ef cuanto se lo encuentre se lc 
facturaré para ella... 
Y otras bromas por el estilo, que él apoyaba diciéndo- 
me: es fea como un coco, y vieja como un palmar, la du- 
quesa; pero la dama tiene pretensiones de Ninó de Len- 
dos, que amó a los ochenta años y Se hizo amar. 
Y crea usted; yo, que venía con la idea de encontrar 
una vieja presumida y verde, me encuentro con una ado- 
rable mujer capaz de encender una pasión... 
—¡Ah, bah! ¡Yo!... 
—Ya lo debía usted de saber, duquesa. 
—Ya he dicho a usted cómo pienso y creo seguiré pen- 
sando hasta que me muera. 
—¿Pero es que ha renunciado usted a casarse...? 
—¿Casarme...? Eso es todavía más difícil. He sido muy 
feliz los dieciséis años que estuve casada con el duque, a 
quien quería y no amaba, para que me expusiera ahora 
a ser desgraciada con un hombre que no me considera- 
Po, VI 
SEO AAA
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.