Full text: Tomo segundo (002)

LOS ÁNGELES DEL ARROYO 321 
La del centro, más ancha y alfombrada, conducía al 
despacho del Jefe superior coronel Mayer. 
Colás y Marieta se dirigieron a él. 
En su pequeño vestíbulo había cuatro ordenanzas, de 
uniforme, sentados en un banco. 
Uno de ellos se adelantó, saliendo al paso y detenién- 
doles. 
—¿Qué se les ofrece? —preguntó con no muy atenta 
€ntonación y en lengua rusa. 
—Ver al señor Mayer—contestó Colás en francés. 
—¿Al coronel Mayer, dirá usted?—repuso el ordenan- 
za en su francés, disfrazado de ruso, porque mal o bien 
€n Rusia todo funcionario público, alto o bajo, necesita 
Saber el francés, aunque sea el patrá. 
—Sí, al excentísimo señor coronel Mayer—dijo Colás 
Con una soflama incapaz de comprender ni apreciar un ce- 
rebro moscovita, ignorantes como son todos, especial- 
Mente el popular, de lo que es una broma o una ironía 
del lenguaje. 
—Dígame quiénes son y qué desean—dijo el guardia, 
—En cuanto a quiénes somos, ahí van nuestras tarje- 
tas, Por lo que toca a lo que deseamos, no es a usted, 
SINO al:señor jefe, a quien hemos de decirlo, 
—Entonces pueden volverse por el mismo camino, 
Porque... 
—Usted entregue las tarjetas; y si el jefe, el señor co- 
tOnel Mayer, le encarga que le digamos lo que deseamos 
NOS marcharemos, y esta tarde sabrá el czar cómo está 
Montado el servicio de Policía de San Petersburgo, donde 
ÑO al jefe, sino a su ordenáza, hay que someter lo que 
Tomo Ll: 41
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.