672 Les LOS ANGELES DEL ARROYO O pl
— A lo mejor ¡crees estar ¡hablando ¡con un «caballero Y
hablas con un ápache, que lleva tatuado en el br220 o a
en el pecho, el retrato de una mujer, o figuras maculale$ |.
de calaveras y huesos y ¡puñales y... qué.sé yo, llo quemé |
han contado que dlevan pintado en forma indeleble... 3
—¿Pero tú crees que ese vizconde puede ser apache?
—Hija, yo no sé, apache o piel roja o simplemente UN
distinguido joven de buena familia, rico él, y que se haya
prendado de ti.
—¡O de til...
—¡Calla, chica, de amíl ¡Una vieja como soy!,..
— Vieja de poo más de treinta años, guapa, eleg
discreta...
—Escha.., echa piropos, hijita.
—Y rica sobre todo. 2
—Vaya, vaya, niña... déjate de tonterías, Si €% ye Y
ven es un vizconde auténtico y su posición acepto
y si le has gustado y puedes fundar en él alguná espe 3
ranza...
—¡Ohl ¡Cuánto adelantas el asunto, Clara!
—¿Pero no es posible?
—¡Tú no tienes en cuenta la mar de cosas, qu
rida!
—Vamos a ver esa mar,...de cosas.
—En primer lugar, que nos vamos mañana, y el) Y
de, haturalmente, se quedará, mo creo que pa
ningún negocio, sino. que habrá venido:como uno :
tos.jóvenes prudentes a distraerse, que es a lo que es
los jóvenes ricos a París,
ante,
e-
jzcob*
ra gealizas.
de tal"