Full text: Tomo segundo (002)

766 LOS ANGBLES DEL ARROYO 
eminencia en miniatura, respondería, y el abono sería taM 
selecto como nutrido.» 
Aquel suelto, llevado a aquel periódico por algún it" 
prudente <repórter», sin consultar su oportunidad con 
María, produjo a ésta y a Clara infinitas molestias. 
Todos los que habían admirado doce años antes 4 la 
eminente niña María, y la habían obsequiado de diteren- 
tes modos, apresuráronse a ir a conocerla como muje, 
mientras creía llegaría el momento de conocerla como aC- 
triz trágica en toda la plenitud de su inteligencia y de suS 
facultades artísticas. 
Empezaron las visitas, las presentaciones de si propio: 
—Yo soy aquél que la regaló a usted un ramo de C2* 
melias la noche de su beneficio... 
¡Un ramo de camelias entre cincuenta ramos! 
— ¿Recuerda usted que la rega:é una sortija de bri- 
llantes?... 
Una sortija que ya no la cabía ni en la punta del dedo 
meñique, y que probablemente había recogido o vendido 
Emma, cnando la niña dejó de ser pequeña eminencia Y 
se convirtió en montaña. 
Ed 
* 
Todos aquellos recuerdos con que cada uno se reco” 
mendaba, podían ser verdad,
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.