Full text: Tomo segundo (002)

LOS ANGELES DEL ARROYO 
y desgraciado, e interesándome por ti conseguí del duque 
que creara esa plaza de secretario... 
—Dí de criado de confianza. 
—Sí, más bien, porque lo de la secretaría era una for. 
ma, como otra cualquiera, para hacerte más llevadero el 
verdadero carácter que podías tener en Casa, 
Tú no sabías de nada, y gracias-a que sabías escribir 
-y contar pude hacer que te tomase el duque para que le 
escribieses algunas cartas, y puedes dar gracias a Dios de 
que Ramón veía poquísimo y no leía las cartas que tú es- 
cribías, y que habrán dado una triste idea a los que las 
hayan recibido, de la ilustración del secretario particular de 
_del duque de la Sonora. 
— Y qué quieres! Cada uno sabe lo que sabe y hace 
lo que puede. 
—Pero se le paga según lo que sabe y lo que puede 
hacer, y no como un rabat pagaría a su secretario O ad- 
ministrador general, : 
—Sí..., y cada vez que te he pedido dinero, me ha 
costado una batalla que me lo des. 
“Naturalmente, que me he resistido a acceder a tus 
repetidas exigencias; Ramón te señaló cincuenta duros de 
sueldo... para pasearte, y a fuerza de ruegos, casi todos 
los meses me sacabas otros cincuenta, 
¡Y no contento con eso a cada momento querías que Y 
le pidiese al duque mil pesetas, o quinientas, o veinte... 
duros! Como si yo tuviese una ob.igación de sostener tus 
vicios y tus despilfarros. 
—Yo creo que la que, como tú, no ha tenido nada más | 
que el día y la noche, y de pronto se ve millonaria y du- * E
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.