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LOS ÁNGELES DEL ARROYO 911
-—Pues bien, Ciara, ya ha visto usted el triste resultado
de esa complacencia de usted.
Mi padre, hombre sencillo y bueno, pero cuya mono-.
manía es la de 'las jerarquías sociales, excitado además
por mi hermano, que me detesta... no sé si con razón O
Sin ella... ha interpretado mis visitas, con la seguridad que
da una larga experiencia y un talento claro,
No ha creído ni por un momento que sea el amante
de usted, sino que amo y pretendo a María,
Sabe que si la amo es porque la respeto, y si la res-
peto es por que la amo, y si la amo es porque he pensa-
do hacerla mi esposa.
Mi padre me niega todo recurso. Me ha dicho que no
Cuente más que con lo que él me da, y tiene razón. Con
esto ha querido decirme que no cuente con él,
“Wo no cuento; pero tampoco cuento nada para ca-
Safme; soy un pobre, un miserable qué necesita trabajar
Muchas horas para ganar cuatro o cinco pesetas.
He ahí la causa de mi salida de mi casa, y he ahí mi
Situación. : ]
eh
] María le tomó una mano y le dijo:
"¿Me ama usted, Arturo?
“—Con toda mi alma.
—Yo tambié 1, Aquí está mi mano, ¿Cómo la primera
Vez de mi vida que amo; la primera en que pienso en mi
lelicidad de la que no he cuidado jamás, He de vér disi-
Parse este hermoso sueño que he abrigado al empezarte
Amar, Arturo?