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CAPITULO XXI
Ua encuentro fortuito
Ps 'OMO en casa de César estaba prohibido
| nombrar a Arturo, aunque Adela Cárcer, la
esposa del conde de Valle Rojo, sabía la se-
) paración de Arturo de la familia, nada ha-
blá de eto e, dida de su: hijo. Ricardo, que, era: de los dos
hermanos, el que quedaba en Madrid!
Ocupado, en sus; estudios de la carrera. de Ingeniero
de Caminos, Canales y Puertos, no tenía lugar de ente-
tarse de las, cosas. de familia, porque iba muy de tarde en
tarde a casa de su abuelo, y aquellos días en que todo
AQuello, ocurría. no había ido allá y: nadie había podida en-
terarle de lo que ocurría.
Tres o cuatro días después dela entrevista de los dos
hermanos, como; Arturo, no se recataba de nadie, encom-
tróse de manos a:boca: con su sobrino: Ricardo.
—¡Adiós, tía! —exclamó el joven abrazando:a Artura—,