LOS ANGELES DEL ARROYO 979
—PFrase de ingenioso... ¡Adelante con los faroles! Es
5 decir, con la muchacha de los cabellos de oro.
.
Llevaba al brazo una caja de cartón larga y no ancha,
lada con una correa de hebilla con un asa como los por-
lamantas para meter el brazo.
j Luego supe que era donde llevaba las pecherás de ca-
7 Misa hechas durante la semana.
—— —Bien; y la abordaste...
¡Yo qué iba de abordar si temblaba como un azoga-
do! No hubiera podido hablar..
— ¿Qué hiciste, pues?
—La seguí por la calle de Alcalá y procuraba ver dón-
, de ponía ella los pies para ponerlos yo, y así: me parecía
[Que sentía algo de calor que había dejado sobre las frías
losas, Tonterías de enamorado.
1 —Que, según Victor Hugo, el que no las ha tenido, o
$S un imbécil o un malvado.
—Pero yo no seré ni una cosa ni otra de esas por te-
Ver esas tonterías y otras por el estilo, como pedirla que
£Sase una rosa y después besarla yo, beber por el mismo
Mo donde ella había puesto sus labios en un vaso...
Etcétera, etcétera. Conozco todo eso, porque tampo-
50 yo he sid> ni imbécil ni malvado.
Virtudes, que así te he dicho que se llama mi amor-