1330 LA HONRA DEL HOGAR
Aquello sucedía antes de la prohibición del conde:
Después, cada mes pasaba la consulta a su marido
por medio de Rosa, pidiéndole autorización para en-
cargar media docena de. pares de zapatos o de botas-
El conde solía preguntar a la doncella si su señor2
pensaba poner un almacén de calzado usado, porqué
según su cuenta, en el año había vd) ca unos cien
pares. Pas
Esther no pote bazar de calzado.
PERO; seguramente, cada dos o tres meses, vendía
el por ella llevado apenas a días, ATEO más,
- cuatro o cinco al mes.
Aquel dinero, unido al ¡producto! de la venta de ;
alhajas y trajes y sombreros, servía para satisfacer :
Otros caprichos sin consultar a su esposo.
Todo esto, cabía en lo posible.
- Lo que no cabía, seguramente, era la adquisición
de un buggy de ébano, con incrustaciones de plata Ye
de acero.
Sólo lo posefan iguales en París y en ron
los grandes señores. :
Aquellos tres caballos, de casi exótica raza mosco- |
vita, y el cochero, ¿de dónde habían salido? .
Los pocos días de nieve que pudiera haber duran-
te los meses del invierno madrileño, no eran para qué.
en la corte se tuviera aquello. JN Ñ
«Y tal debió Pensar el conde de Rocaverde, cuando