JUAN DARIO! Lab
e Y oi ienádo: A emeiocas e en sollozos,
su buen corazón se sintió profundamente, conmovido. 3
. —¡Póbre ancianita!—pensó—. ¿Por qué. llorará así? %
Tan: conmovido se sintió, que. ni siquiera se cuidó desa
dos dos hombres que estaban cercanos a la puerta de en
- trada, en los que sólo. reparó. superficialmente, atraída SUMA
y - atención por gl dolor de la anciana. ep |
po Sin pedir permiso, sin pronunciar palabra, entró muy E
* decidido y se acercó a la viejecita. a o
—¿Es usted la señora viuda de Fernanilor, doña Maria?— e
/
vale preguntó. 0 0 2% pe ES
o E! madre de 'Marid, al oír una, voz descopocida, que
sonaba de manera harto distinta a las qué poco antes oyera,
* Jevantó la vista y la fijó en: el limpiabotas, con extrañeza, peró.
E PEO: mi espefanza, ¿con un mad iÓn un 2000 me-
- cánico. A id cd
Si; yo o soy—respondió con voz, añogada y “sorda. dd
Entretanto, habia sucedido una cosa rara, al parecer, : E
que sorprendió al juez, por más que fuese 1 ógica y natural.
Dón Gonzalo reconoció inmediatamente. al muchacho.
Era el limpiabotas que, con ingeniosa habilidad: «había
burlado a sus servidores para penetrar en el palacio de la.
duquesa de los"Breños; -el mismo que, salió a la defensa de
- Panalito; el ¡mismo que fué arrojado «del palacio por: los . A
y criados. con la jovencita. y el niño recién nácido; el mismo
que con su propio Cuerpo * amparó. a Carmencita y al Bi
ante de las fieras acometidas «del enorme. Perro... :
Sm estupor duró un segundo. apenas.
- Reaccionó: inmediatamente, y posó ES idien da a Pa .
de ser. reconocido por el. limpiabotas. fué a esconderse aloe
habitación paredaña, donde los os del Juzgado ma de
-yeipulaban. en los muebles. AS