SENDA DE REDENCÍON 2487
Con este nombre, maldito por él muchas veces, volvían
a su memoria los recuerdos del calvario de su vida.
Al conjuro de ese nombre, execrado por él, renacían en
su memoria los tiempos lejanos en que Papá Noel había
prevenido a su hija Gloria pu que no tuviera relación algu-
lla con su primo.
; Pensaba, otra vez, en la huida al extranjero; en he Ssor-
Presa que tuvo en el mismo barco, en el casamiento de Glo-
tia con Sebastián, en la esclavitud de su hija, en la pérdida
de sus bienes... - . A
E Todo el pasado aparecía al conto de esa 1 palabra má-
EN £ica.
d> ¡Sebastián!
E Los rer.c -ores dormidos se despertaban:
p El juez le dijo:
A —Parect que ese nombre le abfuma:
a y Papá Noel, con serenidad, respondió:
—Ese nombre equivale a. recordar la tragedia de mi exis-
tencia.
—¿Y corresponde?
—Al de un malvado que me robó Ps hija, el estar la
tortuna, la alegría de vivir. |
- —¿Le molestaría mucho ' contarme “esa historia?
—No, señor; desde luego, será para mí emocionante y do-
loroso recordar ese: pasado. Pero... Y recordaré, señor
Juez! MN
| hizo a Larrañaga el relato a grandes rasgos de la historia
de los amores de Sebastián con su hija Gloria.
Como el lector ya conoce la historia, no tenemos por qué
Volver a' repetirla; basta decir que: Papá Noel no se dejó
nada de interés en la memoria. -
Y Papá Noel, con palabra bañada en intensa emoción,
A a