Y “n golfo, re
Madrecit Ma,
Ps
e hina
CIUCOS ss
¡Y do Tú eras
Pp Fuiste...,
"que LE
10 y
metido faltas!
—¡Pero las he cometido, leñe!
ra a. qué? ¿No te has arrepen ido de:ellas?
10h, síl
Pues. eso ya te limpia de culpa... ¡Sí, hijo. mio! Para: mi
no eres un golfo; eres mi hijito pequeño, el salvador de ami
hija...
—¡Madrecita!
La Madrecita acarició con su incomparable ternura ta
cabeza graciosa ae 1Anmarro, a. quen estas demostraciones
de amor Pue) al alma... ¡Estaba tan necesitado dé cariño
materr
eS: ,
Isabelita volvió a contar su pequeña odisea, el valor y
inarro; pero no se refirió para ida al en-
cueñtro con Pepe Luis. Conforme Isabelita contaba la ver-
dad, sin ampliarla, la figura de Chinarro se iba engran
ciendo a los ojos de los presentes, y el mismo Chir
que protestar:
E las Alina mana
vinieron 1as expiicaciones.
portancia!
Luego fué Marta +8 que pro sus tragedias, el encuen:
tro con el use ques de Miranda y cuanto sabemos.
Al final, la Madrecita dijo:
Ahora, demos todos gracias a ce Mes pa ver a estar
reunidos, y prometamos no separarnos hasta que la muerte
se nos lleve